Globalizaci�n y Resistencia
Entrevista
con Noam Chomsky por Husayn Al-Kurdi
Este
art�culo apareci� por primera vez en el n�mero 35 (verano de 1995) de Kick It
Over
P.O.
Box 5811 Station
A Toronto, Ontario, Canada M5W
1P2
Husayn
Al-Kurdi: � Qu� cosa hay que saber acerca del NAFTA y del GATT � cuales son
sus consecuencias y como podemos resistir m�s eficazmente contra sus dise�os
�globalizantes� "?
Noam Chomsky: El NAFTA y el GATT son dos cosas distintas. El NAFTA ha sido mucho m�s popular que el GATT entre las multinacionales estadounidenses, porque el NAFTA es altamente proteccionista de una forma en que el GATT no lo es. El principal inter�s del NAFTA, para las multinacionales estadounidenses, reside en el hecho que �ste les da una ventaja en el mercado norteamericano frente a la competencia europ�a y japonesa. A parte de eso, el NAFTA y el GATT son bastante parecidos. Los dos contienen elementos altamente proteccionistas. Representan una especie de mezcla de liberalizaci�n y protecci�n dise�ada para expander el poder de las multinacionales transnacionales. Fundamentalmente se trata de acuerdos sobre los derechos de los inversores. Un elemento crucial de ambos es el �derecho de propiedad intelectual�, lo que es una forma divertida de decir que las multinacionales, como las empresas farmac�uticas, tendr�n un poder casi a nivel de monopolio sobre la tecnolog�a futura. �sta ahora incluye tanto el producto como los procedimientos de producci�n.
Estos
acuerdos aumentan el poder de las multinacionales protegiendo instituciones
enormes y esencialmente totalitarias contra la disciplina del mercado as� como
contra la presi�n y la vigilancia popular. Este proceso est� siendo encabezado
por una red de instituciones semi-gubernamentales como las organizaciones de
comercio mundial, el Banco Mundial etc�tera. Se
est� creando una polarizaci�n considerable que aumenta la divergencia entre
ricos y pobres. Esto, por supuesto, es m�s dram�tico en los pa�ses del Tercer
Mundo, pero es muy evidente tambi�n en los pa�ses ricos. Hay
zonas de Estados Unidos que est�n tomando un aspecto de Tercer Mundo. Cuotas
enormes y crecientes de la poblaci�n son fundamentalmente superfluas en el
sentido de sacar de ellas algun provecho comercial. Al
mismo tiempo la poblaci�n penal est� aumentando muy rapidamente siendo con
creces la m�s alta del mundo industrial. Se
est�n presentando cuentas criminales nuevas y gravosas por el hecho de tener
que hacer con esta poblaci�n sup�rflua.
Hoy en d�a nos encontramos en una situaci�n en la cual el Capital es
altamente m�vil mientras el Trabajo es fundamentalmente inm�vil. La
capacidad de trasladar la producci�n a otro lado es un arma contra los
trabajadores occidentales. Los
trabajadores de dist�ntos pa�ses pueden ser usados facilmente los unos contra
los otros.
HAK: Dado este escenario sombr�o pero realista, �qu� perspectivas hay de
resistir a este proceso �globalizante�?
�C�mo podemos parar esta fuerza arrasadora?
NC: Volvamos a tomar clases de la historia. En
realidad en el pasado ya se aplicaron medidas. Las
mismas ideas fueron aplicadas en Inglaterra durante la revoluci�n del comienzo
del siglo XIX, cuando se desarroll� la econom�a cl�sica tambi�n como una t�cnica
de lucha de clases, desarrollandola ampliamente en el esfuerzo de llevar a la
poblaci�n hacia el mercado del trabajo o la prisi�n del asilo de mend�gos, y
de eliminar el mundo pre-capitalista. En el mundo pre-capitalista cada cual ten�a
su lugar. Pudo no haber sido un lugar muy bonito, y m�s, a lo mejor era un
lugar horrible, pero al menos, en el esp�ctro de la sociedad,
ten�an algun lugar y algun derecho de vivir en ese lugar. Ahora bien,
esto est� en contradicci�n con el capitalismo, que niega el derecho a vivir. S�lo
tienes el derecho de quedarte en el mercado del trabajo.
La poblaci�n no lo toler�. No estaban dispuestos a ver negado su derecho
de vivir y por mucho tiempo el Ej�rcito Brit�nico se dedic� a suprimir mot�nes.
Luego vino la primera organizaci�n socialista, etc�tera. A esa altura la pol�tica
se mov�a hacia un capitalismo del estado del bienestar y el �laissez-faire�
lleg� a ser una palabrota aproximadamente a lo largo de cien a�os. Esto ocurri�
a escala nacional. Ahora est� pasando lo mismo a nivel internacional, retomando
lo que pas� a comienzos del siglo XIX pero a escala global, con la misma
ideolog�a; la gente no tiene derechos humanos, sino s�lo los derechos que
pueda ganarse en el mercado del trabajo. Hay que proteger sobre todo la salud y el poder.
Se anunci� que aproximadamente el 30% de la poblaci�n mundial est� sin
empleo. Es peor que la Gran
Depresi�n, pero ahora es un fen�meno internacional. Tenemos
al 30% del mundo sin empleo, una cantidad enorme de trabajo que hay que hacer
simplemente reconstruyendo la sociedad. La
gente que no tiene empleo quiere hacer este trabajo, pero el sistema es un
fracaso tan catastr�fico que es incapaz de reunir la obra de mano inact�va con
el trabajo. A todo esto se le aplaude como a un gran �xito, y es un gran �xito
� para un sector muy peque�o de la poblaci�n.
HAK:
La �globalizaci�n� y el �internacionalismo� en todas sus variedades
parecen ser perjudicial para la salud y el verdadero progreso de la gran mayor�a
de la poblaci�n mundial
NC:
S�, a causa de los que est�n dirigiendo este proceso. �sta es una lucha de
clases en una escala internacional, y el poder est� en las manos de los que
controlan el sistema econ�mico internacional. Esta
estructura necesita un poder estatal extendido para proteger al rico. Los
Saudies, por ejemplo, la clase dominante �rabe, tienen derechos porque est�n
realizando un servicio para el poder occidental asegurando que las ganancias del
petroleo vayan al occidente y no a la poblaci�n regional. Los
gendarmes locales como Israel, Turqu�a etc�tera, tambi�n tienen derechos, al
menos dentro de sus grupos dominantes. Los
dem�s no.
HAK:
Actualmente hay mucha discusi�n acerca de la cuesti�n de la intervenci�n
�humanitaria�, con la cual se env�an tropas de Estados Unidos o de la ONU a
�ste o aquel pa�s por razones �humanitarias�. �Cu�l es su postura hacia
esta cuesti�n?
NC:
No creo que haya principios absolutos y generales. Hay que entender algunas
cosas y luego aplicarlas a los casos espec�ficos. Hay que ir caso por caso. Estoy de acuerdo con Bill Clinton en que las tropas estadounidenses no hay
que enviarlas a Hait�, pero no por sus motivos.
�nicos entre todos los pa�ses, Estados Unidos no permite que las fuerzas
armadas estadounidenses se encuentren bajo amenaza. Otros pa�ses est�n
dispuestos a mantener fuerzas en operaciones de mantenimiento de la paz en las
cuales �stas tropas a veces son amenazadas, pero Estados Unidos no. Yo
creo que intervenir en el marco de la ONU a veces es leg�timo, de hecho hasta
�til. Hay muchos casos en el mundo en que la presencia de tropas ONU para el
mantenimiento de la paz ha tenido algun efecto ben�fico. Justamente en este
momento, en Bosnia, creo que exista una raz�n para mantener y aumentar fuerzas
de tierra bajo el mando de la ONU con reglas de empleo algo limitadas..
HAK:
Usted es miembro de SDA, �Socialistas Democr�ticos de America� (DSA,
"Democratic Socialists of America"). Cuando
fui a hablar con ellos acerca de los derechos nacionales de los Palestinos y los
Kurdos, en el mejor de los casos se mantuvieron indiferentes, y sus l�deres me
informaron de que no se puede mezclar la moral con la pol�tica. Definitivamente, la libertad para los Kurdos y los Palestinos no estaba en
su agenda. �Qu� hace un profesor simp�tico como Usted, con su fuerte empe�o
moral para la liberaci�n y los derechos humanos de todos los pueblos, en un
lugar como aquel?
NC: La SDA es una mezcla de gente. Algunos de los m�s j�venes representan
una esperanza para el futuro. Por ejemplo, si en los Estados Unidos se logra
levantar un apoyo popular suficiente para llevar a cabo un programa de salud
razonable o para apoyar los derechos de los trabajadores contra la versi�n del
NAFTA que ha sido inculcada, �stas ser�an cosas buenas.
HAK: Pero nada que est� cerca del Alfa y del Omega de la emancipaci�n
revolucionaria de los oprimidos.
NC: No, pero en el marco de las instituciones existentes hay muchas cosas
que se pueden hacer y que ser�an muy �tiles para la gente. En este t�po de
cosas, los grupos de reforma prestan un servicio �til. Y m�s, cumplen una
funci�n de organizaci�n y educaci�n. Por lo que se refiere a la SDA, estoy perfectamente contento de ser socio de
ella al mismo tiempo en que estoy en desacuerdo con una gran parte de sus l�deres.
HAK:
�As� que Usted piensa que �se es el mejor lugar a donde puedan ir los blancos
de Estados Unidos para hacer pol�tica?
NC: Yo no dir�a eso. Pienso
que es un buen lugar, pero hay muchos m�s. Algunos
de los dem�s tambien son reform�stas. El
New Party � �se es un tipo de partido pol�tico socialdemocrata que me gusta
ver desarroll�ndose, y pienso que har� cosas buenas. Sin
embargo estar� en desacuerdo tambien con �l. Podr�a
llegar a ser algo parecido al New Democratic Party de Canad�, que al fin y al
cabo ha sido una fuerza posit�va. En
muchos aspectos ha hecho de Canad� un lugar m�s agradable para vivir. Adem�s
existen todos los grupos de activistas en todos los temas imaginables � grupos
de solidaridad, grupos ambientalistas y feministas � algunos sectores de estos
movimientos hacen un trabajo muy �til.
HAK: �Qu� hubo detr�s del colapso de la Uni�n Sovi�tica? D�nos su visi�n
acerca de la experiencia rusa en este siglo desde la revoluci�n bolchevique
hasta Yeltsin.
NC: La Uni�n Sovi�tica fue lo que Lenin y Trotsky dijeron que fuera. La
revoluci�n bolchevique fue una contrarevoluci�n. Su primera acci�n fue la de
eliminar toda tendencia socialista que se hab�a desarrollado en el periodo
pre-revolucionario. Su meta fue lo que dijeron; no fue un gran secreto.
Consideraban la Uni�n Sovi�tica como una especie de lugarcito tranquilo. Eran
marxistas ortod�xos y esperaban una revoluci�n en Alemania. Se
movieron hacia lo que ellos mismos llamaron �capitalismo de estado�, y luego
hacia el estalin�smo. Lo
llamaron democr�cia y lo llamaron socialismo. La primera pretenci�n fue tan
rid�cula como la otra. Sin embargo cuando se lee acerca del fin de la Uni�n
Sovi�tica, siempre se habla de la �muerte del socialismo�. No se dice nunca
�la muerte de la democr�cia�. Pero
tiene casi el mismo sentido.
A
eso hay que agregarle que los intelectuales occidentales, y tambi�n los
intelectuales del Tercer Mundo, fueron atra�dos por la contrarevoluci�n
bolchevique porque al fin y al cabo el lenin�smo es una doctr�na que dice que
la Intelighentzia tiene el derecho de tomar el poder estatal y de gobernar sus
pa�ses a la fuerza, y �sta es una idea que les gusta bastante a los
intelectuales.
Traducido por Arturo, Barcelona, para la Biblioteca Virtual Noam Chomsky